La Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Malasia (Nadma) informó este sábado que fue hallado el cadáver de la última víctima fatal del alud ocurrido el 16 de diciembre pasado en un acampe en la región de Batang Kali, tras lo cual ascendieron a 31 los fallecidos durante esa tragedia.

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El jefe de policía de Hulu Selangor, superintendente Suffian Abdullah, confirmó que se trata de un menor de edad, entre siete y 12 años. Su cuerpo sin vida fue hallado a las 16H53 hora local, a una profundidad de 1.5 metros. Estaba completamente vestido y permanecía dentro de un saco de dormir.

Abdullah precisó que había comenzado a descomponerse y fue llevado al Hospital Sungai Buloh para la autopsia.

Según la Policía malaya, un total de 92 personas disfrutaban de sus vacaciones al momento de la tragedia. Esta ocurrió en horas de la madrugada, por lo cual la mayoría de las víctimas dormía y fueron sorprendidas. La finca donde se halla el acampe no contaba con licencia para ofrecer ese servicio.

El balance final de las autoridades es de 31 muertos (todos de nacionalidad malaya, de los cuales 11 eran menores) y 61 heridos.

Con el hallazgo de este sábado, concluyeron las operaciones de búsqueda y rescate de las víctimas. Las causas del deslave aún se desconocen. Este tuvo lugar en plena época de lluvias del monzón, pero algunos medios de prensa refieren que en el área de la tragedia no había precipitado.

El acampe, localizado en la Granja Orgánica del Padre, se ubica a unos 40 kilómetros de Kuala Lumpur (capital). El alud se precipitó en horas de la madrugada. Se estima que alrededor de 450.000 metros cuadrados de lodo y otras materias cayeron desde una ladera de unos 30 metros de longitud.