Continúan este viernes las protestas contra la demolición de la aldea palestina de Jan Al-Ahmar por parte de Israel, que tuvo que desistir provisionalmente de su intención, ante los llamamientos reiterados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversas organizaciones No Gubernamentales (ONG).

"No tengo la intención de aplazar indefinidamente a pesar de todo cuanto hemos escuchado (...) El plazo que acordaremos para su evacuación amistosa será determinado por el gabinete de seguridad. (...) Será corto y quiero creer que la evacuación será voluntaria", ratificó el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sobre la destrucción de la aldea.

Jan al Ahmar es una aldea beduina ubicada en el exterior de Jerusalén, cerca de la carretera que lleva a Jericó. En el centro de varios años de una batalla jurídica, esta localidad está constituida de viviendas y estructuras precarias situada al este de Jerusalén y cerca de las colonias israelíes.

Su destrucción permitiría extender y conectar grandes bloques de colonias, terminando por cerrar Jerusalén y restringiendo el acceso a los palestinos de Cisjordania a la parte oriental de la ciudad.

De esta manera, las colonias israelíes se van apoderando poco a poco de las tierras palestinas, achicando el territorio que reclaman los palestinos. Ante esta situación, las autoridades palestinas han realizado varios llamamientos a la resistencia.

Allí habitan unas cincuenta comunidades beduinas, que representan a más de 8.000 personas, la mayoría de ellas refugiados palestinos desplazados en el pasado, quienes ante esta situación, son amenazadas con un traslado forzoso al centro de Cisjordania, según la ONU.

El traslado forzoso de las poblaciones de los territorios palestinos ocupados constituye un "crimen de guerra", afirman diversos organismos internacionales.

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