La mesa de diálogo que mantienen el Gobierno de Nicaragua y la oposición de ese país acordó este viernes una tregua por dos días (sábado y domingo), con la intención a corto plazo de retornar la tranquilidad perturbada por grupos violentos desde hace un mes.

A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal (que actúa como entidad mediadora del diálogo) sostuvo que "todos los sectores se comprometen a realizar una tregua, el sábado 19 y domingo 20 de mayo".

“La mesa de diálogo alcanzó los siguientes puntos de entendimiento: la urgencia de detener los actos de violencia, según lo consignado en la carta de la Conferencia Episcopal de fecha de 11 de mayo de año en curso”, indicó el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes, al leer los acuerdos alcanzados.

Durante la lectura, Brenes señaló que "el Gobierno se obliga a retirar a sus cuarteles a la Policía, retirar a las fuerzas de choque y simpatizantes” mientras que los opositores deberán “aunar esfuerzos para propiciar las mejores condiciones para el diálogo y normalizar el tráfico”, ya que aún hay sectores de este grupo que mantienen bloqueos de vías en la nación. 

Los sectores participantes en esta primera sesión fueron representantes del Gobierno, empresa privada, estudiantes, universidades, trabajadores, área rural, iglesias evangélicas, comunidades indígenas y afrodescendientes.

Por su parte, la vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, destacó la responsabilidad y el compromiso del presidente Daniel Ortega por "la seguridad y la paz en nuestro país", al tiempo que defendió el diálogo.

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Murillo lamentó las pérdidas humanas que promovió la violencia de grupos vandálicos, grupos que atentan contra la propiedad privada al perpetrar saqueos y ataques a comercios y locales comerciales.

En el país centroamericano se registran protestas violentas, en principio, por el rechazo a una reforma al seguro social. Sin embargo, a pesar de que el mandatario revocó la reforma, las manifestaciones vandálicas no cesaron y ya llevan varios fallecidos.

Desde el inicio del conflicto, el Ejecutivo nicaragüense ha propuesto numerosos llamados al diálogo con los sectores opositores.