El Ministerio de Salud de Argentina confirmó el martes que el país suma un total de 480 casos de viruela del mono, lo que indica un alza del 21,2 por ciento con respecto al reporte epidemiológico precedente, fechado el 27 de septiembre, en el cual registró 396 contagios.

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Según el último boletín epidemiológico del ente, con datos hasta el pasado 4 de octubre, los pacientes positivos se localizan en 13 de las 24 jurisdicciones que integran esa nación suramericana.

Más del 68 por ciento de los casos positivos se localizan en la ciudad de Buenos Aires (capital), que junto a la provincia del mismo nombre y la de Córdoba concentran el 94,6 por ciento del total.

El documento detalla que 298 casos no tienen antecedentes de viaje previo al inicio de los síntomas y que en las últimas cuatro semanas se ha diagnosticado el 54,9 por ciento de los contagiados.

“El primer caso confirmado en Argentina se registró en la semana 20, seguido por casos esporádicos hasta la semana 25. Desde entonces y hasta la 30 se observó un aumento paulatino en el número de casos confirmados siempre por debajo de los diez casos semanales. A partir de la semana 31 se observa un aumento escalonado a los 71 casos en la 38 y a 75 casos en la 39”, precisa el informe.

Asimismo, se determinó que la edad media de las personas afectadas es de 35 años, con un mínimo de 18 años y un máximo de 61. Hasta el momento no se han notificado casos graves ni fallecidos a causa de la enfermedad.

“Los casos confirmados hasta ahora en el país se caracterizaron principalmente por la presencia de exantemas vesiculares, en diferentes localizaciones incluyendo genitales, perianales, manos, torso y cara”, precisó la cartera sanitaria, y alertó que niños pequeños, gestantes e inmunodeprimidos pueden enfermar de gravedad.

Las autoridades sanitarias locales  conformaron un equipo de trabajo desde que se activó el sistema de alerta temprana de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la presencia de casos de viruela del mono en países no endémicos, para implementar la vigilancia y realizar recomendaciones concretas a los equipos de salud y los ciudadanos.