El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, declaró este viernes que la crisis económica de la Covid-19 en el país se salda con un estado de los indicadores más grave de lo esperado.

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De acuerdo a Le Maire, el cierre del año podría incrementar el retroceso de la economía francesa, debido al agravamiento de la situación sanitaria en el país por la Covid-19. La afirmación contrasta con los datos divulgados el pasado 8 de octubre por el Banco de Francia, el cual auguró un repunte de la actividad económica del 16 por ciento durante el tercer trimestre y revisando al alza las perspectivas para final de año.

Sin embargo, para el titular de Finanzas la probable recaída de la economía francesa "no es una sorpresa", a la vista de como evoluciona la epidemia de la Covid-19 en el país. La eventualidad habría sido considerada por el Gobierno, lo cual significará que el último trimestre del año 2020 podría presentar cifras negativas y una contracción del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Le Maire señaló al respecto: "sabíamos que la epidemia podía reiniciarse y hay mucha incertidumbre internacional". Sin embargo, señaló que "de la misma manera que en el cuarto trimestre corremos el riesgo de tener una cifra de crecimiento negativa, les digo que habrá un fuerte repunte de la economía francesa en 2021 y que podremos encontrar en 2022 nuestra cifra de desarrollo económico para 2019".

Por otra parte, en esta jornada se divulgó que los aeropuertos parisinos perdieron en los primeros nueve meses del año entre un 65 y un 70 por ciento de su tráfico debido a la pandemia de la Covid-19, aseguró el Grupo ADP, responsable de su gestión.

Las previsiones para el cierre del ejercicio en los tres aeropuertos de París fueron revisadas a la baja y ponen de relieve una caída que oscila entre el 65 y el 70 por ciento. El comunicado revela que para alcanzar el nivel de 2019 habría que esperar "al final del periodo entre 2024 y 2027".

Entretanto, el primer ministro, Jean Castex, informó este jueves que extenderían las medidas de apoyo económico a todas las zonas sometidas al toque de queda. Ello supondrá un coste añadido para las arcas del Estado de unos 2.400 millones de dólares, advirtió el ministro de Finanzas.