El Gobierno de Filipinas calificó de "interferencia indignante" la solicitud hecha a la Organización de  Naciones Unidas (ONU) para investigar las muertes en el contexto de la guerra contra las drogas impulsada por el presidente, Rodrigo Duterte.

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El portavoz presidencial, Salvador Panelo, defendió este sábado en un comunicado enviado a los medios la severa campaña antidroga, que arrancó el 1 de julio de 2016.

De acuerdo a la ONU la cifra de muertes por la política antinarcóticos de Duterte supera las 27. 000, aunque los datos oficiales son considerablemente menores.

Panelo sostuvo que la petición de los expertos emitida el viernes desde Ginebra es "sesgada y parte de hechos falsos con imputaciones adulteradas y maliciosas", El portavoz calificó la demanda de "intromisión imperdonable" en la soberanía nacional del país asiático con el fin de "desacreditar" al gobierno.

Un grupo de 11 expertos independientes, reclamaron al Consejo de Derechos Humanos de la ONU establecer una investigación sobre las violaciones de derechos en Filipinas, incluidas las muertes por la guerra contra las drogas.

"Hemos recabado un asombroso número de asesinatos, algunos realizados por la Policía, en el contexto de la llamada guerra contra las drogas y que incluyen a defensores de los derechos humanos", apuntaron en un comunicado los expertos.

Durante la campaña electoral, el entonces candidato Rodrigo Duterte prometió impulsar una feroz campaña antidrogas para atender la problemática ligada al abuso de estupefacientes.

Según los datos oficiales de la Policía filipina, las víctimas mortales por la campaña antidroga se elevan a poco más de 5.100 personas, la mayoría sospechosos que presuntamente se resistieron a su arresto.