El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, pidió a los miembros de la Comunidad de África Oriental que no apliquen las sanciones respaldadas por Estados Unidos a su país y culpó a la Administración norteamericana del fracaso de la última ronda de conversaciones entre el Gobierno y la oposición en Adís Abeba, capital de Etiopía. 

"Las conversaciones terminaron sin resultados porque simplemente los rebeldes pensaron que el Gobierno va a caer", dijo el mandatario a una emisora de radio tras las repetidas violaciones del acuerdo al cese de hostilidades. 

El acuerdo culminó el pasado viernes luego que el Departamento de Estado de EE.UU. impusiera el viernes 2 de febrero un embargo de armas sobre Sudán del Sur y pidiera a las Naciones Unidas y otros países que hicieran lo mismo. 

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Las autoridades sursudanesas demostraron su molestia por el embargo de armas impuesto por Estados Unidos y señalaron que provocará que los rebeldes no quieran acordar la paz en el territorio. 

Washington asegura estar listo para imponer nuevas sanciones y respaldar cualquier medida que se emprenda en contra de Sudán del Sur.

"Se supone que Sudán del Sur no es pobre en la medida en que estamos en este momento. Sudán del Sur tiene potencial y es potencialmente rico, pero no se dio oportunidad para el desarrollo de los recursos", enfatizó el presidente Kiir.

 

Las conversaciones de paz entre el Gobierno de Sudán del Sur y la oposición se cerraron la semana pasada sin un acuerdo después de que se estancara en torno a las cuotas de gobernabilidad. 

Los líderes opositores aseguran que harán todo lo posible para conseguir un resultado positivo para ambas partes en una próxima ronda de conversaciones, plenaria que hasta ahora no tiene ni día ni hora. 

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Desde finales del 2013 la nación africana vive una guerra civil entre las tropas leales al presidente Salva Kiir y las fuerzas vinculadas a Machar. 

Los conflictos han hecho que por lo menos doce millones de habitantes se vieran obligados a abandonar sus hogares, incluidos más de dos millones que han buscado refugio en países vecinos.