El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, clasificó en el chequeo de la recuperación como “evento no típico” a las intensas lluvias que han dejado afectaciones en la región oriental del país, desde Camagüey hasta Santiago de Cuba, y se han cobrado la vida de seis personas, además de cuantiosos daños materiales.

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El mandatario comentó que, durante las lluvias, hubo lugares donde la inundación alcanzó niveles que no se habían visto en los últimos 30 años e incluso en no pocos sitios los habitantes cuentan que es la primera vez que el agua llega a esas alturas, y sobre todo tras una sequía extrema.

El encuentro se realizó mediante videoconferencia con las principales autoridades políticas y gubernamentales de las provincias de Camagüey, Las Tunas, Granma, Holguín y Santiago de Cuba.

El mandatario indicó que entre las tareas inmediatas, tras la etapa de recuperación, está estudiar todo lo que pasó y actualizar los planes de reducción de desastres para este tipo de lluvias intensas.

Informó que ya se ha recibido la disposición de Venezuela de apoyar en la recuperación, como también del sistema de organizaciones de Naciones Unidas en la isla.

Díaz-Canel encomendó a las autoridades de la construcción y el transporte a hacer un levantamiento y buscar soluciones para responder a la afectación que hay en viales y líneas férreas.

Los territorios más afectados fueron Yara, Jiguaní, Manzanillo, Media Luna y Niquero. Quedaron aisladas 105 comunidades, de ellas 14 por deslizamientos de tierra y 91 por crecidas de ríos, con una población de 18.585 personas.