El 31 de octubre de 2010 una mujer, economista, militante del Partido de los Trabajadores, víctima de la represión, la tortura y el exilio en medio de una dictadura militar, ascendió a la Presidencia de Brasil. Dilma Vana Rousseff se convirtió así en la primera fémina que asumía tan alto cargo en la nación suramericana.

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Sucesora del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff ratificó su compromiso con la alfabetización de jóvenes y adultos, y mantuvo su apoyo al Programa Brasil Alfabetizado, al tiempo que impulsó el Programa Más Médicos con la colaboración del Gobierno cubano, para llevar 15.000 galenos hasta las áreas donde faltaban los servicios de salud pública.

En el año 2015 un golpe de Estado parlamentario interrumpe su mandato y con ello el avance de los programas sociales en Brasil. No obstante, Rousseff no fue inhabilitada para ejercer cargos públicos y se mantiene activa en la vida política de su país.