La presidenta de facto en Bolivia, Jeanine Áñez, anunció este lunes que el país suramericano inició un levantamiento parcial de la cuarentena impuesta por la Covid-19, en medio de un clima de confusión y masivo desacato a las restricciones en las grandes ciudades donde se suponía que estaban todavía vigentes en su totalidad.

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El pronunciamiento de Áñez responde a la presión ejercida por sectores de la mayoritaria economía informal en las ciudades de La Paz (capital) y El Alto (oeste), ante su inconformidad con las decisiones oficiales de ampliar el confinamiento general hasta el 17 de mayo.

Grandes aglomeraciones de ciudadanos se reportaron en mercados callejeros, que en algunos casos fueron dispersadas por la policía, mientras aumentaba el número de comercios y oficinas que reanudaban labores tras casi dos meses de cierre.

En las ciudades que se encuentran en cuarentena total, según las restricciones establecidas, solo deberían funcionar bancos, supermercados, mercados y farmacias, con horarios pautados, así como algunas actividades industriales.

El tráfico vehicular ha aumentado en el centro de La Paz, con algunos atascos, además de ser visible la circulación de rotativos de prensa matutina que anunciaron ediciones impresas interdiarias. En Cochabamba (centro), se reportaron bloqueos en varias carreteras realizados por vecinos que exigían el fin del confinamiento.

Hasta la noche de este domingo, el Ministerio de Salud de Bolivia reportó 119 nuevos contagios con la Covid-19, sumando 2.556 contagios desde que apareció la pandemia; asimismo, el reporte oficial confirmó el deceso de cuatro ciudadanos, para un total de 118 víctimas mortales en todo el territorio nacional.