El presidente de Siria, Bashar Al-Assad, aclaró este domingo que el acuerdo alcanzado entre Rusia y Turquía sobre la desmilitarización de la provincia de Idlib es temporal y tiene como objetivo evitar el derramamiento de sangre. 

Durante una reunión del Comité Central del Partido Baath Árabe Socialista en la que hizo una panorámica del último acontecer político y militar, el mandatario sostuvo que la postura del Estado sirio es clara y que Idlib como las otras provincias que permanecen bajo el control de los terroristas regresará a la jurisdicción del Estado. 

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Al-Assad explicó que el llamado "acuerdo del siglo" (el realizado en Rusia y Turquía) es una cuestión "tan vieja como la causa palestina, pero se ha acelerado recientemente para beneficiarse de la salida de varios Estados del enfrentamiento con el enemigo israelí". 

Resaltó que la contienda en Idlib es una cuestión crucial para aquellos países que no quieren la paz en Siria, "porque la victoria de los sirios en esta batalla significa el fracaso de sus planes contra Siria, además temen que regresemos más fuertes que antes".

Aseguró que la victoria está más cerca y ahora los enemigos de Siria intensificarán más sus intentos de socavarla de forma militar, política, económica y socialmente "por ende estaremos ante desafíos internos que no son menos peligrosos que la guerra misma". 

El mandatario sentenció que la próxima guerra en Siria será la rehabilitación de algunos sectores de la sociedad que optaron por el caos y el terrorismo, para que no sean una brecha por la cual se ataque al país en el futuro.