Autoridades francesas alertaron este martes que las temperaturas alcanzaron niveles superiores a los 40 grados Celcius y el nivel máximo de alerta por calor se extiende a más de una quinta parte de su territorio.

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De acuerdo a las fuentes especializadas a escala nacional, este martes se caracterizó como la jornada más calurosa después del 15 de agosto desde que empezaron los registros en 1947 de ese índice sintético, con 26,6 grados de media ponderada.

La alerta roja se amplió a 19 departamentos, específicamente en una zona que va del valle del Ródano por el este a la región de Toulouse por el oeste y a Montpellier por el sur, ante el inminente aumento de temperaturas que tendrá su máxima expresión hasta el jueves.

De igual manera, se encuentran en alerta naranja cuarenta departamentos, incluidos todos los demás de la mitad sur y los del flanco este, en las fronteras con Italia, Suiza y Alemania.

En la mañana se reportaron 41 grados en Carcasona, hasta 40 en Orange, Valence y Albi, 39 en Toulouse, Grenoble y Aix-en-Provence, 38 en Lyon, Agen y Perpiñán mientras que 37 en Angulema, Béziers y Annecy.

El Servicio Nacional de Meteorología y Clima ya había señalado que “la aparición de efectos sobre la salud relacionados con el calor no se limita a fenómenos extremos: se observa tan pronto como se produce un pico de calor correspondiente al nivel de vigilancia meteorológica amarilla”.

“Cuando el cuerpo humano se expone al calor activa mecanismos de termorregulación que le permiten compensar el aumento de temperatura (sudoración, aumento del flujo sanguíneo en la piel por dilatación de los vasos cutáneos, etc.). Cuando estos mecanismos se ven desbordados aparecen patologías ligadas a la exposición al calor: dolores de cabeza, náuseas, insolaciones, calambres musculares, deshidratación. El riesgo más grave es el golpe de calor, que puede provocar la muerte”, refirieron.