"La idea es lograr la paz en el orbe", así definía en 2006 el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, las intenciones del país suramericano para ingresar al Consejo de Seguridad de las Organización de Naciones Unidas.

Diez años después de estas declaraciones, Venezuela ostentará la Presidencia del grupo conformado por cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) con poder de veto, y diez no permanentes, elegidos por periodos de dos años.

Durante su participación más reciente, Venezuela ha asumido una posición que busca reestablecer la paz en el mundo, con solidaridad, justicia social y la lucha contra la injerencia en los países.

Ejemplos de esta política han sido sus constantes esfuerzos por promover el fin del conflicto en Colombia y la declaración en febrero de América Latina y el Caribe como una zona de paz.

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En cuanto a la región, además, denunció en repetidas veces que la mayor amenaza a los pequeños Estados insulares son las nuevas formas del colonialismo, como la dictadura del capital financiero. 

Asimismo, se mantiene firme en su rechazo a la injerencia de Estados Unidos en la política de los países soberanos, e insiste en desterrar el capitalismo que amenaza la estabilidad mundial.

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“Un mundo cuyo desafío pone en entredicho la paz y la seguridad se contradice con la declaración del no intervencionismo ante los Estados, declarado en el vigésimo quinto aniversario de este organismo, donde también se aprobó la declaración de que la única forma en la que se pueden alcanzar nuestros propósitos es garantizando la seguridad ciudadana”, señaló la canciller Delcy Rodríguez, en febrero de 2015. 

Por otro lado, también asume una posición de repudio "a la violencia y a la persecución ética y política, así como a los actos de terrorismo en todas sus manifestaciones, independientemente de quién los cometa y cualquiera sean sus motivaciones”, manifestó por su parte, ese mismo año, el embajador ante la ONU, Rafael Ramirez.

Vale acotar que esta premisa llevó al país a sumarse al respaldo del acuerdo de Minsk para la resolución del conflicto en Ucrania en 2015.

“Venezuela respalda el principio de solución pacífica de controversias y ve positivamente la labor que desarrolla la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para apoyar el cumplimiento de los acuerdos de Minks”, insistió Ramírez.

Con relación a Palestina, Venezuela abogó por su incorporación como miembro de pleno derecho de la ONU y ha insistido en numerosas ocasiones en el cese inmediato del proceso de colonización que emprende Israel contra ese país.