Michel Temer, quien asumió la presidencia provisional de Brasil tras el golpe de Estado contra la mandataria Dilma Rousseff, fue repudiado a su llegada al Congreso con gritos de "golpista".

Temer, con menos de dos semanas en el poder, ha anunciado medidas para entregar el país al Fondo Monetario Internacional (FMI), a banqueros y empresarios.

Conformó un gabinete sin mujeres ni afrodescendientes. También redujo de 31 a 21 los ministerios, entre ellos las carteras de Cultura, Desarrollo Social, Ciencia y Tecnología, Unión General de Contralor, Igualdad Racial y los Derechos Humanos e Instituto de las Mujeres.

Dilma Rousseff fue separada por 180 días de su cargo para enfrentar un juicio político fraudulento, debido a que nunca se presentaron pruebas en su contra sobre los supuestos delitos fiscales de los que es acusada.

Un audio filtrado este lunes confirmó que el juicio político fue fraguado por la derecha para detener la investigación sobre corrupción en la estatal petrolera Petrobras que involucra a miembros del Partido del Movimiento Democrática Brasileño (PMDB).