El candidato presidencial de extrema derecha, el holandés Geert Wilders, abrió su campaña electoral con la promesa de expulsar a "la escoria marroquí" que habita en el país europeo, en una nueva reiteración de su prédica xenófoba.

“Será una votación histórica porque los holandeses podremos recuperar nuestro país", dijo Wilders en la localidad de Spijkenisse, cercana a la ciudad de Rotterdam. "Hay demasiada escoria marroquí en nuestra tierra”, añadió.

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Wilders, quien lidera las encuestas de cara a las elecciones del próximo 15 de marzo, tiene un prontuario judicial por sus declaraciones racistas. Actualmente enfrenta una multa de 7.400 euros y un año de cárcel por incitar al racismo contra los marroquíes en 2014.

Se estima que un 2,2 por ciento de la población de Holanda es de nacionalidad marroquí, bien sea de primera o de segunda generación.

“Por supuesto, no todos son escoria, pero hay mucha escoria marroquí en Holanda que vuelve peligrosas nuestras calles, sobre todo jóvenes… y eso tiene que cambiar”, declaró Wilders, candidato por el Partido para la Libertad (PVV, por su sigla en neerlandés).

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El ultraderechista, quien planea sacar a su país de la Unión Europea (UE) de llegar a la presidencia, sostuvo que "el PVV es su partido si quieren recuperar el protagonismo”.