Los musulmanes de Estados Unidos expresaron temores este lunes de represalias contra sus comunidades tras el ataque de Omar Mateen — se pronunció leal al grupo Estado Islámico —, quien dejó 50 muertos y 53 heridos en el bar gay Pulse de Orlando, Florida, de acuerdo a varios medios noticiosos.

En 2015, los musulmanes en Estados Unidos fueron blanco de más de 160 ataques, mientras que en 2014, se registraron más de 150 en contra de sus comunidades.

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En el estado estadounidense de Idaho activistas musulmanes e islamistas se preparan para ser agredidos verbalmente, recibir amenazas e incluso ataque violentos, dijo Phillip Thompson, líder musulmán en la capital de la entidad de Boise.

El activista dijo que hasta el momento no se han recibido amenazas, pero agregó que él está seguro que las agresiones se repetirán como en el pasado.

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Según Thompson, tras el ataque en San Bernardino, California, del 2 de diciembre de 2015. cuando una pareja radical musulmana mató a 14 personas e hirió a 22 más, el Centro Islámico de Boise se recibió un mensaje telefónico que decía “ustedes, cabezas entoalladas, necesitan abandonar la ciudad y dejar de tirotear”.

El líder dijo que incidentes pasados en contra de comunidades musulmanes les deja en claro que se necesitan preparar para ataques en contra de su gente y sus mezquitas.

Thompson dijo que entre musulmanes se aconseja no vivir con temor, pero sin con precaución.

Judy Cross, quien encabeza el organismo de la Alianza de Interfé y de la Iglesia Comunitaria Metropolitana de Liberación Espiritual, se puso en contacto con la comunidad musulmana local para ofrecerles protección.

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Ella enfatizó que después de los ataques en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, las comunidades islamistas y musulmanes recibieron muchas amenazas de muerte y de otra índole.

“Yo espero que en esta ocasión las equivocadas represalias contra los musulmanes no sean tan graves”, dijo Cross.

En Louisville, Kentucky, Muhammad Babar, quien encabezaba una misa en tributo al legendario boxeador Muhammad Ali, dijo que justo cuando su comunidad musulmana pensaba que ya no serían objeto de discriminación ni ataques o amenazas, ocurre lo de Orlando.

Comunidades musulmanes en Estados Unidos no titubearon en condenar de inmediato el trágico y sangriento ataque que llevó a cabo Mateen, un hombre de 29 años que nació en Estados Unidos de padre y madre afganos.

Funcionarios musulmanes se pusieron en contacto con la policía para pedirle protección ahora que la comunidad celebra su mes de Ramadán, sobretodo durante sus eventos de fin de semana.

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Igual hicieron los líderes de la comunidad islámica de Long Island en Nueva York. Ellos también pidieron protección policial este domingo pasado.

“Hemos sido víctimas de represalias sin sentido, porque no somos culpables de ataques de extremistas. Tampoco se nos hace correcto la retórica irresponsable de políticos” dijo Isma Chaudhry, presidenta del Centro Islámico de Long Island.

Tras el ataque en Orlando, el candidato Republicano Donald Trump no perdió tiempo para atacar a los musulmanes e intentar capitalizar electoralmente de la tragedia. Reiteró su llamado a la prohibición en contra de la llegad de musulmanes al país.

“Los triste es que ya estamos casi acostumbrados a ser atacados, discriminados y agredidos”, dijo Rizwan Jaka, presidenta de la Sociedad Musulmana de All Dulles.