Más de 407 personas fallecieron el domingo cuando un sismo de magnitud 7,3 se registró a lo largo de la frontera de Irak e Irán, en la cual además se cuentan alrededor de 7 mil heridos, reseñan varios medios iraníes.

Un comité de gestión de crisis presidido por el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, celebró una reunión de emergencia para estudiar las dimensiones del seísmo.

El temblor se produjo en la localidad iraní de Azgale, en la provincia de Kermanshah, a 11 kilómetros de profundidad, indicó el Centro Sismológico de Irán, y se sintió en las capitales de ambos países (Bagdad y Teherán), así como en lugares distantes como Kuwait.

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Aproximadamente 70.000 iraníes han perdido sus hogares a causa del terremoto, que tuvo una 14 réplicas.

"Todavía hay personas bajo los escombros. Esperamos que el número de muertos y heridos no aumente demasiado, pero aumentará", agregó.

Medios informan que todavía hay decenas de personas atrapadas bajo los escombros, por lo que rescatistas locales aumentan sus esfuerzos para salvar vidas.