El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló en una entrevista que “han sido cuatro años muy complicados, en los que estuvimos a punto de tirar la toalla”, esto en referencia a los Diálogos de Paz que desde el año 2012 se llevan a cabo entre su Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), con los que persiguen el, cada vez más cercano, fin de más de medio siglo de conflicto armado y social en ese país.

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“Es un acuerdo que va a cambiar la historia de Colombia. Ahora, esto ha sido difícil, pero construir la paz va a ser aún más complicado” resaltó el mandatario al referirse al preacuerdo de paz firmado entre la insurgencia y su Gobierno.

En este sentido, aseguró que esta consciente de que los acuerdos alcanzados en Cuba deben refrendarse en el plebiscito del próximo 2 de octubre.

Retos para el plebiscito del 2 de octubre.

"Poder neutralizar casi cuatro años de mentiras y desinformación, que han hecho mella, y confundido a mucha gente. Tenemos comprobado que a toda esa gente cuando se le explican los acuerdos dicen: 'Ah, yo no sabía, tenía entendido otra cosa'. El gran reto es hacer una pedagogía efectiva", señaló Santos.

El mandatario colombiano detalló que se hará una campaña sencilla pero muy intensa, con el objetivo de lograr el cometido. Señaló que probablemente no alcance a toda la población por cuestiones de tiempo, pero que será suficiente para poder ganar el plebiscito ampliamente.

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Santo lamentó que exista gente que después de tener la información no entienda la importancia de dar este paso para dejarle a futuras generaciones un país más tranquilo. "De ganar el NO la seguía el conflicto armado", advirtió.

Asimismo, el presidente anunció el pasado viernes que la firma definitiva para la paz en su país está pautada para el 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena.

“La fecha elegida permitirá que los jefes de Estado que quieran acudir puedan prácticamente enlazar su visita con la Asamblea General de la ONU en el acto”, agregó.

Sobre los acuerdos logrados en la Habana

Santos dijo que “al acercarnos al final, las FARC comenzaron a añadir puntos a las negociaciones que no se habían discutido. Yo dije: Si eso es lo que ellos creen que van a conseguir, terminemos ya”.

Por su parte el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, aseguró que le hubiese gustado haber logrado más en el acuerdo alcanzado.

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El mandatario neogranadino, quien tiene un índice de desaprobación de 66 por ciento según la encuestadora Gallup Poll, había planteado que posiblemente la firma del acuerdo con las FARC-EP se podría realizar en el extranjero, pero esta vez lo descartó por completo.

“En un acuerdo de esta naturaleza, trazar la línea divisoria entre justicia y paz deja a muchos descontentos. Estoy seguro de que la mayoría de los colombianos hubiesen querido más justicia para los responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad. Pero el enfoque con el que abordamos la negociación fue encontrar el máximo de justicia que nos permita la paz. Por eso decimos que todo proceso de paz es imperfecto”, dijo.

En cuanto a la creación de una Jurisdicción Especial para la Paz, que será la que sancione a los actores de este conflicto, el mandatario explicó que “hay que proceder con mucho pragmatismo y realismo. El tribunal tiene que trabajar con mucha eficiencia y abordar en primera instancia los casos más significativos para generar credibilidad”.

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“No nos engañemos, poder impartir veredictos sobre todos y cada uno de los casos de 52 años de guerra es imposible”, consideró.