La postura del Kremlin en relación al conflicto que se vive en Siria es de rechazo a toda injerencia extranjera, no de prevalencia en cuanto al presidente sirio Bashar al-Assad, indicó la presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko.

"No estamos defendiendo a Bashar al-Assad en persona, no es ese nuestro objetivo. Abogamos por un estricto respecto del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas que dice claramente que la intervención foránea en los asuntos de otros Estados es inadmisible", dijo Matvienko a la agencia rusa Sputnik Nóvosti.

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Ante la crisis que azota a Siria desde hace varios años, varias naciones occidentales han abogado por la retirada del presidente de Siria. Algunas, entre ellas Estados Unidos, han entrenado y/o armado a los opositores que combaten al Gobierno árabe.

En opinión de Matvienko, una hipotética salida de al-Assad podría generar caos y la prolongación del conflicto, porque "mientras no haya acuerdos políticos, no está claro el formato de la transición".

En relación al reciente ataque estadounidense a una base aérea siria, Matvienko señaló que es "una exhibición de músculos" y "un pésimo precedente".

"Es un intento de intervención desde fuera con un pretexto ficticio y una burda violación del derecho internacional que jamás asentiremos", añadió.

En la madrugada del 7 de abril pasado, Estados Unidos lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.

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