El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advirtió que si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, declara la independencia unilateral de Cataluña esto será considerado un “ataque frontal” en la ley, por lo que no será permitido.

“En el caso de que en el futuro alguien hacer declaraciones unilaterales en cuestiones que contravengan la ley, lo que puedo decir es que habría un ataque directo a la ley y las normas de convivencia, que no tiene precedentes en los países democráticos y civilizados en que vivimos y el gobierno no permitiría, entre otras cosas, porque era su deber de no permitir “, afirmó Rajoy.

“Todo es posible dentro de la ley y nada puede haber fuera de la ley, advirtió el mandatario español al ser interrogado durante una rueda de prensa conjunta en el Palacio de la Moncloa con el primer ministro de Argelia, Abdelmalek Sellal, con motivo de la sexta reunión de Alto Nivel Hispano-Argelino (RAN).

Rajoy dijo que fuera de la ley solo se encuentra el “romper las reglas”. En este sentido, aseguró que la soberanía nacional “no se va a romper” y “no habrá independencia de Cataluña” pese a la “irresponsabilidad” de algunos dirigentes, en referencia a Artur Mas.

Las declaraciones de Rajoy se dan como reacción a las palabras del exeurodiputado, Raul Romeva, quien aseguró este domingo que si el Gobierno español bloquea jurídicamente el proceso independentista de Cataluña tras los comicios autonómicos de septiembre próximo, de igual forma proclamarán su soberanía. 

"Si en este proceso, el Estado español, mediante decisiones políticas o jurídicas, bloquea el autogobierno de Cataluña, del gobierno o del parlamento de Cataluña, procederemos igualmente a la declaración de independencia", dijo Romeva, que fue designado como líder de la coalición independentista formada la semana pasada.

La candidatura de Raul Romeva, llamada "Juntos por el sí", busca obtener la mayoría en las elecciones del Parlamento de Cataluña para dar inicio a un proceso de secesión que duraría unos 18 meses, durante los cuales se formaría un gobierno de concentración presidido por Artur Mas.

En esos 18 meses se deberían crear las administraciones necesarias para el funcionamiento del país para luego declarar la independencia.