"Todos los niños tienen que ser engañados si van a crecer sin trauma", ha dicho el autor de ocho obras principales y ahora recién galardonado premio Nobel de Literatura, Kazuo Ishiguro.

Cómo sería entonces la infancia de este escritor homenajeado, cómo ha sido su vida hasta ahora que se convierte en uno de los referentes literarios más importantes. 

Ishiguro nació el 8 de noviembre de 1954 en Nagasakiy se trasladó a sus cinco años a Inglaterra, sin embargo, nunca ha dejado de lado sus raíces. Antes de nacionalizarse británico en 1984, había avanzado en sus estudios en las universidades de Kent y East Anglia; y no volvió a la ciudad que lo vio nacer sino hasta 1989, año en el que publicó su tercera novela, Los restos del día, y recibió el Premio Booker. 

“Me di cuenta de que este Japón, al que tenía tanto aprecio, existía realmente solo en mi imaginación”, llegó a decir Ishiguro en una entrevista, pues sus padres le habían puesto a mano libros que le permitieron crear lazos con su tierra natal. 

También temas históricos sobre su nación, le inquietan. “En Japón—y me encuentro muy distante de Japón, por lo que observo esto desde una gran distancia—ha habido siempre un conflicto con China y el Sudeste Asiático sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial. Los japoneses han decidido olvidar que fueron agresores y todo lo que el Ejército Imperial de Japón hizo en China y el Sudeste Asiático en esos años", dijo en otra entrevista. 

>> Kazuo Ishiguro obtiene premio Nobel de Literatura 2017

El japonés británico tiene 62 años y es considerado muy joven para obtener el Premio Nobel, sin embargo, la decisión fue indiscutible luego de la polémica con Bob Dylan. 

Las obras que ha publicado lo respalda. Su gran éxito fue Los restos del día, adaptada también a cine con la participación de Anthony Hopkins como mayordomo. También escribió Pálida luz (1982), Un artista del mundo flotante (1986), Los inconsolables (1995), Cuando fuimos huérfanos (2000), Nunca me abandones (2005) y otras obras con las que se ha reinventado. 

La Real Academia Sueca argumenta que el escritor "en sus novelas de gran fuerza emocional ha descubierto el abismo debajo de nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo".

Lo califican como una mezcla entre Jane Austen y Kafka. "Ha desarrollado un propio universo estético. Está explorando lo que se tiene que olvidar para sobrevivir como un individuo y como una sociedad", expone la organización. 

"Es un honor magnífico, sobre todo porque significa que estoy siguiendo las huellas de los más grandes autores", dijo Ishiguro tras recibir el galardón.