El Gobierno colombiano, por medio del ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, pedirá perdón este jueves por su responsabilidad en la muerte de 17 personas durante una operación de su fuerza aérea, desarrollada en 1998, que es conocida como la masacre de Santo Domingo.

Gil Botero, en compañía de otros integrantes del Ejecutivo, cumplirá con una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que condenó al Estado por un suceso, que casi 20 años después, aún es recordado con dolor en la sociedad colombiana.

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El 13 de diciembre de 1998 un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana lanzó un dispositivo cluster (granada rácimo) sobre la población de Santo Domingo, en el departamento de Arauca (noreste), que dejó 17 civiles asesinados —entre ellos seis niños— y 27 heridos.

Además, alrededor de 300 sobrevivientes tuvieron que desplazarse hacia municipios aledaños como Betoyes, Tame y Saravena, con lo cual Santo Domingo quedó prácticamente desolada.

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En 2012 la CIDH determinó que "el Estado es responsable por la violación del derecho a la vida, en perjuicio de las personas fallecidas, así como del derecho a la integridad personal, en perjuicio de las personas que fueron heridas, así como de los familiares de todos ellos, y del derecho a la medidas de protección de las niñas y niños, en perjuicio de los niños y niñas muertos y heridos en los mismos hechos".

El evento, coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en conjunto con otras entidades, las víctimas y sus familiares, se realizará en la vía principal de la población de Santo Domingo, en donde ocurrieron los hechos.