La policía estatal de Chiapas encontró este domingo siete cadáveres descuartizados y abandonados en una localidad del sureste de México.

Los cuerpos fueron hallados dentro de bolsas de basura en una de las zonas disputada por traficantes de goma de opio.

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Según la información suministrada a través de un comunicado por el vocero de seguridad de Chiapas, Roberto Álvarez, cuando la policía encontró las bolsas negras “ya estaban siendo calcinadas".

Esta región mexicana es considerada como uno de los epicentros de la violencia.

En septiembre de 2014 desaparecieron 43 estudiantes de Ayotzinapa, ubicada a solo 38 km.

En mayo del 2015, otras 16 personas desaparecieron en Chilapa, en aquella ocasión unos 300 hombres armados irrumpieron para tomar el pueblo y mantuvieron aterrorizada a la población durante varios días.

Más recientemente, en marzo de 2017 fueron hallados otros seis cuerpos despedazados en la misma área.

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Chiapas tiene unos 120.000 habitantes y es obligatoriamente parte del camino para salir de la zona montañosa de Guerrero donde se cultiva amapola.

"Existe una pugna entre dos grupos delictivos que están enfrentándose entre sí por el dominio de las rutas para el trasiego de la goma de opio, que sirve de base para la elaboración de la heroína", explicó Álvarez.