Desde que asumió el cargo en diciembre de 2012, el presidente de México, Enrique Peña Nieto manifestó estar a favor de luchar contra la violencia que azota al país con la misma polémica estrategia de su predecesor, Felipe Calderón, que dejó más de 250 mil muertos y 20 mil desaparecidos en cinco años. 

Con el objetivo de seguir defendiendo la militarización para combatir a los carteles de droga, Peña Nieto se propone presentar este martes, en su informe adelantado a la Cámara de Diputados, que los homicidios vinculados al crimen organizado se redujeron en 36 por ciento entre septiembre de 2013 y julio de este año.

Pero la cifra, cuestionada por analistas, podría ser mayor. El gobierno dijo el mes pasado que 22 mil personas permanecen desaparecidas en el país desde que se militarizó el combate contra el crimen organizado.

Peña Nieto ha decidido darle continuidad a los patrullajes en las calles, aunque su administración sostiene que se ha puesto en marcha una estrategia enfocada en un mayor uso de inteligencia y mejor coordinación entre autoridades locales y federales.

El informe anual del presidente reporta que se han realizado en los últimos 12 meses 149 misiones con drones de vigilancia. Peña Nieto completará el protocolo de su reporte de actividades con un mensaje que da este martes en el Palacio Nacional.