La decisión de Donald Trump de reconocer a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel contraviene lo dispuesto por la resolución 478 de la Organización de Naciones Unidas, lo cual ha generado rechazo de parte de un gran número de países.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el pasado viernes 8 de diciembre para tomar posición respecto a las declaraciones de Trump.

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La primera ministra británica se expresó sobre la decisión de Trump y las implicaciones que tiene para la solución del conflicto, indicando que "el Reino Unido no piensa mover su embajada. Todo paso en el conflicto tiene que hacerse con acuerdo de las partes y encaminado a la creación de dos Estados”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, también expresó su desacuerdo con la medida. “Estoy seguro de que la única solución, según el derecho internacional, consiste en el concepto de dos Estados, y esa cuestión solo puede ser resuelta mediante negociaciones", señaló el mandatario galo.

Por Alemania, la canciller Angela Merkel subrayó que su gobierno no apoya la reciente decisión de Trump sobre el estatus de Jerusalén, destacando que el estatuto de la ciudad tiene que contemplar la solución a partir de dos Estados.

Otros países europeos que declararon su rechazo a la medida de Trump, fueron Austria, España, Italia, Portugal y Suecia, entre otros. Para la mayor parte de los países del mundo, esta es una clara violación del derecho internacional que solo generará más conflictos en Medio Oriente.

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A pesar del rechazo de estos países de que Israel tome a Jerusalén como capital de manera unilateral, Estados Unidos ha dado su beneplácito, e inclusive trasladará su misión diplomática de Tel Aviv a la Ciudad Santa.  

Tanto Israel como Palestina demandan el derecho a Jerusalén como su capital, sin embargo, Trump está desconociendo a una de las partes y acepta las intenciones de Israel de tener soberanía sobre una ciudad cuyo estatus no se ha definido y es primordial para el avance de una posible paz en la región.

Ni la anexión de la ciudad por parte de Israel en 1967, ni la reciente aprobación por parte de Estados Unidos de las intenciones de Israel de definir a Jerusalén como su capital, han tenido el consentimiento de la comunidad internacional.

El apoyo a Israel ha sido permanente en la política exterior de Estados Unidos (EE.UU.), sin embargo, la medida adoptada por Trump no tiene precedentes.

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El Coordinador Especial de la ONU para Medio Oriente manifestó su preocupación respecto al asunto, resaltando que “cualquier decisión unilateral menoscaba los esfuerzos para la paz. Y tengo que decirlo, estoy preocupado por el riesgo de una escalada violenta”.

Este #DiaDeLosDerechosHumanos más que nunca queremos recordar que la ocupación de #Cisjordania, incluida #Jerusalén Este, supone una negación de la dignidad y los #derechos fundamentales de más de 800,000 #refugiados de #Palestina. pic.twitter.com/YtAKjDQg8m

— UNRWA España (@UNRWA_spain) 10 de diciembre de 2017