La policía libanesa dispersó este domingo a decenas de manifestantes que se mantienen protestando en los alrededores de la embajada de Estados Unidos, ubicada en Awkar, en el norte de Beirut, en rechazo a la decisión unilateral de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

Los agentes policiales utilizaron gas lacrimógeno y cañones de agua para disipar a la multitud, que permanecía concentrada en apoyo a la causa palestina y para condenar el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí y el traslado de la embajada de EE.UU. a la localidad.

Desde el pasado jueves, han ocurrido una gran cantidad de manifestaciones en todas partes del mundo para rechazar los anuncios de Washington. Por su parte, la Liga Árabe, reunida en El Cairo, declaró que dicha decisión es nula "y no va a cambiar el estatus de Jerusalén". 

Los mandatarios de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, Siria, Bashar Al Assad y de la República Islámica de Irán, Hasán Rouhaní, se unieron en torno a esta exigencia.

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Autoridades palestinas ya informaron que presentaron una denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como plantearán el problema ante todos los organismos internacionales correspondientes. 

"El pueblo palestino intensificará su lucha por la tierra contra los colonos y las fuerzas de ocupación que invadieron nuestro territorio en 1967 (...)  La resistencia es un derecho legítimo de los que viven bajo la ocupación", afirmaron.

Hasta los momentos, al menos cuatro personas han fallecido y más de mil han resultado heridas durante las multitudinarias manifestaciones en los territorios palestinos, donde han quemado símbolos israelíes y estadounidenses, como banderas e imágenes.

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