La oxitocina, sustancia que habitualmente se usa para inducir y acelerar los partos de las mujeres embarazadas, ayudaría a mejorar la interacción social de los niños autistas con tan solo una dosis de la sustancia mediante aerosol nasal, según explicaron científicos de Australia.

Los científicos del Instituto de Investigación de la Mente y el Cerebro, de Sidney, Australia, examinaron a 31 niños de entre tres y ocho años de edad. A lo largo de 5 semanas les proporcionaron un spray nasal con la sustancia oxitocina.  A partir de la tercera semana, se apreciaba una diferencia en el comportamiento de los niños.

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Christine Blue, madre de Hayden, un niño de 7 años con autismo, indicó que luego de la tercera aplicación, su hijo "estaba más dispuesto a estar en grupo y a participar en una conversación, parecía más feliz y mejoró su contacto visual. No era perfecto, pero era mejor".

El profesor asociado Adam Guastella, de la Universidad de Sidney, dijo que los resultados fueron prometedores en aproximadamente un tercio de los participantes, aunque explicó que la oxitocina no es una cura para el autismo y es poco probable que sea el único tratamiento para esa condición en un futuro.

Precisó que las personas con autismo son muy luminosas y tienen un gran potencial en muchos sentidos, pero a veces se pierden las señales importantes que guían el comportamiento social.

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Guastella precisó que para los científicos todavía no está claro cómo afecta la oxitocina al cerebro y de qué manera influye en el comportamiento social de un niño con autismo.