A las 21H00 de este viernes, hora local de Cuba, el ojo del Huracán Irma tocó tierra cubana, por medio de Cayo Romano, ubicado en el archipiélago de Camagüey, al norte del país. Fortalecido en categoría 5, la más alta de la escala Saffir-Simpson, y con vientos de hasta 260 kilómetros por hora, según informó el Instituto de Meteorología de la isla (Insmet).

Isabel González Cárdenas, presidenta del Gobierno en la Provincia de Camagüey y Vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial, informó a través de Cubavisión, principal canal de la televisión estatal, que con el paso de las horas el fenómeno ya ha provocado numerosos daños en el territorio camagüeyano, que podrán ser evaluados con mayor precisión durante la mañana del sábado, para comenzar las labores de recuperación, según señaló González Cárdenas.

Asimismo, se reportó que hasta el momento no hay víctimas fatales, debido a la evacuación temprana de las poblaciones en las zonas costeras y aledañas, tanto de residentes como de turistas que se encontraban en el lugar.

Pese a que el fenómeno había perdido potencia, permaneciendo en categoría 4, la noche de este viernes llegó a las costas cubana ascendiendo a la quinta escala. Según el Insmet, el fenómeno se dirige por la costa isleña en dirección al oeste, a una velocidad de 15 kilómetros por hora. 

La tarde de este sábado será la ciudad de La Habana, la que recibirá al huracán con inundaciones costeras, que podrían avanzar entre 200 y 500 metros tierra adentro, logrando su punto de mayor intensidad el sábado por la noche. Olas de hasta cinco metros de altura se esperan para este domingo tanto en el Malecón de la capital como en otros municipios occidentales.

Por la noche del sábado, Irma girará hacia los Cayos de Florida, Estados Unidos, donde se prevee llegará el domingo por la madrugada con intensidad de categoría 4.

Ante la alarma y en vista de la agresividad del fenómeno, las autoridades estadounidenses conminaron a la población a evacuar la ciudad, generándose un histórico éxodo que ya registra más de cinco millones de personas.

Durante la semana el pueblo de Cuba llevó a cabo diversos operativos de seguridad ante el impacto que se pronosticaba del fenómeno. La Defensa Civil llamó a podar los árboles que puedan dañar tendidos eléctricos, proteger cosechas y limpiar las cuevas en las zonas rurales.