El enviado especial de la ONU en Siria, Staffan de Mistura, solicitó hoy una tregua para asistir a los dos millones de civiles en áreas sitiadas de la ciudad de Alepo, donde ningún convoy ha podido entrar con ayuda humanitaria en el último mes.

De Mistura indicó que los civiles en el área del conflicto necesitan que las partes que combaten por el control de la ciudad acuerden una pausa humanitaria de al menos 48 horas para permitir la entrada de ayuda.

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"Pedimos una pausa en los combates, insistimos en esto para hacer algo que sea mínimamente significativo para Alepo. Estamos listos para actuar", recalcó de Mistura, citado por la agencia EFE.

De cumplirse la tregua la asistencia humanitaria podría llegar tanto al este de la ciudad, controlada por grupos terroristas como a la parte oeste, dominada por las fuerzas gubernamentales y sus milicias aliadas.

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Los civiles viven una situación dramática no solo en Alepo, sino también en el resto de las dieciocho localidades de Siria militarmente cercadas y de las cuales los civiles no pueden escapar, pero tampoco recibir ayuda del exterior.

De Mistura mencionó como otro caso crítico el de la localidad de Madaya, en la periferia de Damasco, la capital siria, que no recibe ayuda desde hace 110 días.

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La única excepción a esta situación de bloqueo es Deir el-Zur, donde el Programa Mundial de Alimentos -el brazo de logística humanitaria de la ONU- sigue lanzando regularmente desde el aire cargamentos de ayuda, en una compleja operación.