Organizaciones campesinas de México anunciaron que marcharán del 9 al 14 de octubre en caravana para exigir mayor atención del gobierno de Enrique Peña Nieto a los problemas del campo. 

Misael Benítez Luviano, delegado estatal en Puebla de la Central Campesina Cardenista (CCC), agrupación de izquierda mexicana, expresó en conferencia de prensa que esperan diez millones de personas en estas jornadas de protestas.

Durante la marcha, recorrerán lugares como el Zócalo capitalino, la residencia oficial de Los Pinos y la Cámara de Diputados.

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La caravana avanzará en seis columnas, las cuales saldrán de sus lugares de origen el día 9 y llegarán a las inmediaciones de la Ciudad de México el día 12 en la noche. 

José Narro Céspedes, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), afirmó que esta marcha-caravana, tienen como propósito fundamental buscar un nuevo trato con del campo que está borrado del progreso con el gobierno de Enrique Peña Nietp.

Refirió que tierras que representan poco más de la mitad del territorio nacional, están sumidas en el abandono, lo que significa que el sector campesino asentado en estas tierras son víctimas permanentes del atraco y el despojo de las grandes empresas.

Narro dijo que este sector, “pareciera que sólo merece el clientelismo y programas asistenciales y por eso planteamos la necesidad de que se incorporen al desarrollo del país”.

En su intervención, Francisco Jiménez Pablo, del Frente Indígena Campesino de México (FICAM), aseguró que esta jornada de lucha, responde al hecho de que el gobierno federal ha concesionado la cuarta parte del territorio nacional a las compañías mineras y de generación de energía, privilegiando en interés de las empresas por encima de la producción de alimentos.

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Oswaldo Villegas Martínez, vocero de Movimiento para la Defensa del Agua, la Tierra y otros Recursos Naturales de Ocotepec, uno de los grupos que se movilizará, consideró que “México es una fábrica de pobres".

"Denunciamos a los monopolios de la comercialización de los productos agropecuarios y de los insumos agrícolas que a través de sus acuerdos con las instituciones de gobierno, la especulación y acaparamiento, lucran a costa de la pobreza de campesinos y consumidores. Hemos decidido salir a las calles a luchar por la defensa del territorio y el derecho a la alimentación", precisó Villegas.

Entre los problemas que enfrentan enumeró abasto de agua, falta de oportunidades para competir con trasnacionales, invasión de productos extranjeros, problemas de tenencia de la tierra para recibir apoyos oficiales y falta de recursos para defenderse de abusos.

Después de esta caminata, los campesinos mexicanos ratificaron que seguirán con las acciones que sean necesarias para conseguir lo que buscan.