El jefe de la Policía catalana (Mossos d'Esquadra), Josep Lluís Trapero, llegó uniformado media hora antes de su cita a la Audiencia Nacional de España, donde este viernes declaró ante la Justicia como investigado por presunta sedición.

Trapero es imputado por el acoso que sufrió la Guardia Civil durante un registro a la Consejería de Economía de esa comunidad autónoma que pretendía impedir el referendo, a la final realizado el pasado 1° de octubre.

Los hechos ocurrieron el 20 de septiembre, cuando una multitud rodeó durante horas el edificio mientras los agentes de la Guardia Civil (cuerpo de la seguridad del Estado español) lo registraba por orden judicial.

Trapero, líder de los Mossos que decidieron no participar en el operativo del 1° de octubre, enfrenta una pena entre ocho y 15 años de cárcel; aunque el delito de sedición es poco común que se imponga en España.

>> Policías piden disculpas por actuación en referendo catalán

Igualmente, el agente anunció previamente que aportaría todos los informes que le fuesen solicitados para demostrar el correcto desenvolvimiento de su cuerpo, aplaudido por la población catalana.

Además de Trapero, también declararán ante la jueza Carmen Lamela, quien investiga el caso, los presidentes de las dos asociaciones más importantes vinculadas al movimiento independentista: Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), y Jordi Ciuxart, de Omnium Cultural, así como una intendente de la Policía catalana.

Los cuatro comparecerán ante Lamela como investigados por el mismo delito.