El presidente de Irán, Hassan Rouhani, rechazó la intervención en Asia y puso como ejemplo los casos de Siria, Yemen e Iraq, como resultado nefasto de la intromisión por parte de potencias occidentales en asuntos internos de los países.

"La seguridad del este y el oeste de este continente es indivisible, y la intervención e interferencia de las grandes potencias en ambos extremos de Asia constituye una amenaza importante para todos nosotros", sostuvo Rouhani en la segunda Cumbre del Diálogo de Cooperación de Asia (ACD).

"No se puede hablar de seguridad y trabajar hacia el desarrollo cohesionado haciendo caso omiso a las atrocidades terroristas en Iraq y Siria, ni mostrando indiferencia al bombardeo contra las mujeres y los niños indefensos en Yemen", agregó.

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Durante su alocución en Bangkok, Tailandia, donde se realiza la segunda Cumbre del ACD, el jefe de Estado persa también criticó "los comportamientos brutales del régimen sionista en Palestina".

A pesar de las agresiones continuas de las fuerzas de Occidente, Rouhani llamó a los jefes de Estado y de Gobierno presentes en el evento, a valerse del espíritu histórico del continente, basado en la diplomacia y el diálogo, para solucionar sus diatribas.

"El espíritu asiático utiliza la diplomacia y el diálogo como sus principales herramientas para resolver las hostilidades. Frente a los retos que se nos presentan, nuestro foro debe seguir utilizando las mismas herramientas", instó.

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