El presidente de Francia, Francois Hollande, afirmó este miércoles que 15 de los 200 heridos en el atentado del pasado 14 de julio en Niza continúan debatiéndose entre la vida y la muerte. 

Durante un discurso que ofreció en el centro de entrenamiento de la Gendarmería en Saint Astier, en Dordoña (suroeste), y que centró en la lucha contra el terrorismo, reiteró sus llamados a la unidad frente a los "fanáticos" que quieren dividir el país. 

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Mencionó que "el enfado es legítimo" tras los ataques extremistas, sobre todo por las numerosas pérdidas de personas inocentes, pero llamó al respeto interreligioso al advertir que "la ira no puede traducirse en odio y sospecha".

"Nada nos hará ceder. Estamos decididos, con el Gobierno de Manuel Valls, a tomar todas las medidas útiles para proteger a los franceses dentro del respeto de la democracia", dijo en respuesta a las críticas que lo señalan de no haber hecho lo necesario para evitar el atentado. 

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Indentificadas todas las víctimas

El ministro francés de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, informó este miércoles que todas las víctimas mortales del atentado de Niza fueron identificadas, lo que va a permitir la entrega de 84 cadáveres a las familias.