Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) se comprometieron este martes a seguir implementando el acuerdo sobre limpieza y descontaminación del territorio de artefactos explosivos, en referencia al desminado pactado el 7 de marzo último.

El pronunciamiento fue realizado en La Habana, Cuba, donde se desarrolla el ciclo 39 de los Diálogos de Paz entre la guerrilla y el Gobierno de la nación suramericana.

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En el acuerdo de desminado humanitario, las partes escogieron la vereda Orejón, del departamento de Atioquia (noroeste) para iniciar el plan piloto. Sobre ello, las FARC-EP comentaron que les gustaría que este trabajo se realice en todas las zonas para que se convierta en un alivio de las comunidades en abandono.

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El jefe negociador por la parte de la insurgencia, Iván Márquez, comentó que los habitantes de esa comarca fueron desplazados de los valles fértiles de donde derivaba su sustento y empujados por el mega proyecto del río Cauca una situación que trajo pobreza. “El despojo de tierras se dio por la vía violenta a través de paramilitares o por la vía admnistrativa mediante decretos”.

Las 22 familias que habitan en Orejón esperan que el desminado vaya acompañado de programas sociales, que generen desarrollo alternativo con servicios básicos como energía eléctrica, conectividad, escuela, vías de transporte y centros de salud, agregó.

En la mesa de trabajo, las FARC-EP recalcaron que el fenómeno del paramilitarismo sigue vivo en el municipio Briceño de Antioquia y se está extendiendo hasta el punto de amenazar con llegar a la comunidad del Orejón. 

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“No podemos quedarnos con los brazos cruzados, los campesinos han puesto a redoblar las campanas de una alerta temprana. Eliminar el paramilitarismo también forma parte del desescalamiento del conflicto”.

Gobierno colombiano

Por su parte, el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, destacó que los alcances que han logrado hasta ahora deben generar más esperanza y hacer que se arraigue al deseo de alcanzar la paz en el país.

De la Calle apuntó que se debe seguir preservando el espíritu de desescalamiento del conflicto, con vistas a aminorar la intensidad de la guerra.

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“Las posibilidades de la paz son reales, son mayores ahora que en el pasado, requerimos apoyo y confianza, las noticias de hoy son buenas en medio de la tragedia”, expresó en referencia al cese al fuego unilateral iniciado por la insurgencia y a la decisión del Ejecutivo de suspender los bombardeos contra campamentos de la guerrilla.