El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reafirmó este jueves que las Fuerzas Armadas de ese país serán reestructuradas, para así desalojar a los golpistas o conspiradores de la institución castrense.

"No podemos ser complacientes", dijo Erdogan entrevistado por la agencia Reuters, en referencia al golpe de Estado fallido del pasado 15 de julio, cuando el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas tomó brevemente el control gubernamental.

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El jefe de Estado indicó que habrá "sangre nueva", para así sacar a los "traidores" que aun permanezcan en la institución. Hasta ahora han detenido a más de seis mil militares y un centenar de policías.

Asimismo, resaltó que los servicios de inteligencia turca fallaron al ser incapaces de detectar a tiempo la intentona golpista, que dejó un saldo de 246 muertos y más de 2 mil heridos.

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"Está claro que se produjeron deficiencias significativas en nuestra inteligencia, no tiene sentido tratar de ocultarlo o negarlo", estimó.

El dignatario mantuvo que el movimiento del clérigo Fethullah Güllen fue el organizador del golpe de Estado, por lo cual anunció que será tratado como "cualquier otra organización terrorista saparatista".

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"Mantendremos la lucha (...) sin importar dónde estén. Esta gente ha infiltrado la organización estatal en este país y se ha rebelado contra el Estado", afirmó Erdogan.