Este 22 de abril se cumplieron 145 años del natalicio del lider de la Revolución Bolchevique, Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, cuyos ideales de construcción del socialismo en un país, siguen reflejados en los procesos de cambio que vive América Latina y son conocidos en todos los rincones del mundo.

Lenin nació en 1870 en Simbirsk, Rusia. Siempre se destacó como buen estudiante. Comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Kazán, pero culminó en la Universidad de San Petersburgo en 1892.

Desde esa fecha, empezó a relacionarse con grupos revolucionarios marxistas, provocándole un destierro a Siberia en 1897, donde escribió “El desarrollo del capitalismo en Rusia”, estando ya casado con Nadezhda Krupskaya. Después, en 1905 se refugio en Suiza, donde tuvo tiempo de escribir “Materialismo y Empiriocriticismo”.

Regresó a San Petersburgo en 1917, cuando Rusia estaba siendo derrotada por los alemanes en la Primera Guerra Mundial, con el derrocamiento del zar Nicolás II y el establecimiento de un gobierno provisional tipo burgués. Esto motivó a Lenin a proclamar la “Tesis de Abril”, en la que exigía el desplazamiento ruso de la guerra y el inicio del socialismo.

Sus aportes teóricos sobre el poder revolucionario fueron impactantes en época del imperialismo y ahora.

Logró escribir importantes ideas sobre el comportamiento de la economía en el tránsito del capitalismo al socialismo; las implicaciones de la política exterior y el internacionalismo proletario; relaciones internacionales y ciencias para impulsar el nuevo sistema, así como la necesidad de la formación ideológica socialista.

En noviembre de 1917, los revolucionarios tomaron el Palacio de Invierno, siendo nombrado Lenin presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, por el Congreso de los Soviets de Rusia.

Para 1918, apoyó la firma del tratado Brest-Litovsk que restableció la paz con Alemania. Ese mismo año fue víctima de un atentado, en el que recibió tres disparos, aunque sobrevivió. En 1919 fundó la Internacional Comunista (Komitern).

Por otra parte, ayudó a Trostski, político revolucionario ruso, en la formación del Ejército Rojo, que se alzó ante el Ejército Blanco de los enemigos de la revolución. También pudo controlar a las facciones opositoras.

Desde 1921, aplicó la Nueva Política Económica (NEP), restaurando la propiedad privada en varios sectores de la economía.

Más tarde, en 1922, su salud empezó a debilitarse. Padeció infartos que lo alejaron de la política. Finalmente, en mayo de 1923 se retiró a Gorki, donde murió de un infarto cerebral, el 21 de enero de 1924.

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A más de 90 años de su perecimiento, sus ideales socialistas siguen siendo punta de lanza de las transformaciones sociales y referencia obligada en la transición del capitalismo al socialismo.