En Beijing piden funerales en el mar pese a tradición ancestral
En víspera del ancestral Día del Barrido de las Tumbas, en el que los chinos rinden honor a sus muertos, las autoridades instan a disminuir el uso de tumbas de piedra o cemento.
A pocas horas para que se celebre en Beijing, la capital de China, el ancestral Festival de Qingming o el Día del Barrido de las Tumbas, las autoridades chinas emitieron nuevas regulaciones para fomentar los entierros ecológicos.
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Las nuevas normas formuladas por la Oficina de Asuntos Civiles de Beijing prohibe la construcción de tumbas tradicionales en cementerios públicos y estipula que ya no se renovará el contrato de arrendamiento de las existentes.
También insta a los ciudadanos a reducir el uso de materiales no biodegradables, como el cemento y la piedra, en la construcción de sepulcros; y en cambio anima a la población a usar urnas ecológicas en los funerales.
La Oficina de Asuntos Civiles de Beijing manifestó que el objetivo para el 2020 es lograr que al menos la mitad de los funerales que se realicen lo hagan respetando el medio ambiente.
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Día de Barrido de Tumbas
El Festival de Qingming, o Día de Barrido de Tumbas, es una importante tradición para las familias chinas en la que se honra a los ancestros y se disfruta del inicio de la primavera. Muchas personas regresan a sus hogares para rendir homenaje a sus muertos. Se desarrollan ceremonias en toda la nación para conmemorar a aquellos que perdieron la vida en tiempos de guerra.
Los chinos creen que las almas sólo descansan en paz si sus cuerpos están cubiertos de tierra. Es una práctica que además se usa para ofrecer respeto a sus muertos. Limpiar lápidas, colocar flores y dejar mensajes para los muertos es la manera en la que la gente china recuerda a sus ancestros.
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En contexto
Esta no es la primera vez que se estimula a la población china al uso de tumbas ecológicas.
En 1990 en la capital china se promovieron entierros que ahorraran el uso de la tierra a causa del alto costo de los lotes en el cementerio. Así, los ciudadanos o bien recurrían a exequias en el mar o a entierros al pie de los árboles.
Hoy, la ciudad ofrece una subvención de cuatro mil yuanes (614 dólares) por cada servicio de sepultura en mar, que ostea los gastos de una urna biodegradable, el viaje hacia el mar, seguros y comidas para un máximo de seis familiares del fallecido. El ritual contempla esparcir en el mar las cenizas del muerto, a menudo acompañadas de pétalos de flores.