Este lunes se realizó una reunión en la Organización de Naciones Unidas (ONU), convocada por Estados Unidos, para discutir asuntos internos de Venezuela, como parte de los movimientos injerencistas del Gobierno norteamericano.

La pauta solicitada de manera conjunta por Estados Unidos e Italia no es parte de una actividad del Consejo de Seguridad, así como tampoco se celebra en un salón de reuniones, y no obliga a todos los integrantes del órgano a participar en el mismo, por lo que no genera la aprobación de una resolución internacional. 

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Esta sesión representa una maniobra articulada desde Washington y sus aliados, con el objetivo de involucrar a las Naciones Unidas en los esfuerzos por erradicar la Revolución venezolana. 

El formato da a lugar a una discusión informal y a ella pueden asistir países invitados que quieran participar en el tema Venezuela. 

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A la reunión asistieron el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein; el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; el titular de Cáritas Internacional en la ONU, Joseph Cornelius Donnelly, y el coordinador internacional de Foro Penal Venezolano, Julio Henríquez.

Luis Almagro es uno de los principales aliados de Estados Unidos y promotor de los ataques contra Venezuela y el Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro, acusándolo de violar los derechos humanos. 

En defensa de Venezuela, habló el embajador de la nación ante el organismo internacional, Rafael Ramírez, quien acusó a Estados Unidos de querer desestabilizar a su país, con el objetivo de apoderarse de las reservas de petróleo, a pesar de que en suelo venezolano el Gobierno revolucionario intenta conciliar la paz con nuevas ventanas de diálogo con sus opositores.