Una corte chilena confirmó este martes las condenas a siete expolicías por el asesinato de 15 campesinos, los primeros desaparecidos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973- 1990).

Un comunicado del Poder Judicial explicó que las penas van de 20 años de presidio para el jefe de la unidad policial a 660 días de cárcel para un suboficial.

Los 15 jóvenes que fueron arrestados en octubre de 1973 en la pequeña comuna agrícola de Isla de Maipo, 55 kilómetros al sur de Santiago de Chile, fueron detenidos sin causa, determinó la jueza Marianela Cifuentes. 

La mayoría de los campesinos fueron arrestados en sus domicilios, llevados a la comisaría, golpeados salvajemente, amarrados y subidos a un camión que los trasladó hasta unos hornos de cal cercanos desde cuyas chimeneas, de unos seis metros de alto, fueron lanzados tras dispararles.

Los restos fueron encontrados en 1978 por casualidad por un persona que informó a la Vicaría de la Solidaridad, un ente de la Iglesia católica que defendió a los perseguidos por la dictadura de Pinochet.

La dictadura negó la existencia de los desaparecidos chilenos y en una asamblea de Naciones Unidas llegó a decir que muchos estaban escondidos y otros se habían marchado de Chile luego del golpe militar de septiembre de 1973.

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Pinochet ordenó en 1978 desenterrar de sus fosas clandestinas a los asesinados y volver a desaparecerlos lanzándolos al mar, en lo que se conoce como la operación "Retiro de Televisores", según coincidentes investigaciones judiciales, lo que impidió encontrar a cerca de un millar de personas. 

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