Después de que Rusia y Estados Unidos acordaran establecer el inicio del alto el fuego en Siria desde el 27 de febrero, un experto militar citado por Almanar afirmó que esta tregua sería positiva para el Ejército sirio.

Entre las repercusiones positivas es que se prevé que se pondrán en práctica nuevos acuerdos de reconciliación en el país y muchos de quienes “se habían embarcado en la vía de la oposición armada podrán regresar a sus hogares”.

Por otra parte, Almanar indicó que los grupos kurdos y sus aliados de las Fuerzas Democráticas Sirias tienen la disposición de cooperar con las fuerzas del Estado y se oponen a los grupos terroristas y a las políticas turcas y saudíes.

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El general de brigada Ali Maqsud destacó que las fuerzas del Gobierno ya han liberado la mayor parte de las regiones estratégicas de Alepo y bajo estas condiciones “la implementación de un cese el fuego llevará a una victoria del Ejército en la provincia”.

Resaltó como logros de las fuerzas armadas sirias la recuperación de la carretera internacional que conecta Alepo con las provincias del este, de la Planta de Energía Termal y de otras 30 ciudades.

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Aunque están excluidos del acuerdo los grupos terroristas como el autodenominado Estado Islámico (EI) y el Frente Al Nusra, Ali Maqsud consideró que el cese no puede ser de ninguna ayuda para estos grupos porque la incapacidad de Turquía y Arabia Saudita de enviarles suministros será un punto a favor del ejército. 

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El plazo para que las partes confirmen la aceptación del compromiso es hasta el 26 de febrero. Ya la oposición indicó que respetará el acuerdo por dos semanas y el Gobierno sirio expresó su disposición de cooperar con las fuerzas rusas para determinar los territorios en los que cesarán las hostilidades.

Siria también señaló que se reserva el derecho de responder a cualquier violación al acuerdo por parte de grupos armados contra civiles o Fuerzas Armadas del Ejército árabe-sirio.

Entre las condiciones que establece el acuerdo está el cese de los ataques con cualquier tipo de armas, desde cohetes hasta misiles guiados; la renuncia a los intentos de adquirir territorios de otras partes que participen en el cese de hostilidades y permitir a las agencias humanitarias el acceso sin obstáculos en las zonas bajo su control operacional, reseñó RT.

En contexto: 

Desde marzo de 2011, Siria vive un conflicto armado, en el que han muerto más de 250 mil personas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En febrero de este año, los militares del Frente de los Revolucionarios de Siria, apoyado por Estados Unidos (EE.UU.) e integrado en el autodenominado Ejército Sirio Libre (ELS) abandonaron en masa la ciudad de Alepo, a causa de la ofensiva que desarrolla el Ejército gubernamental en el lugar, para recuperar la paz de los ciudadanos. 

Según informes de medios turcos, el líder del grupo, Yamal Maruf, huyó a Turquía en ese entonces, cuando recibió protección del presidente Recep Tayyip Erdogan.

Rusia, por solicitud del presidente sirio, lleva adelante una ofensiva antiterrorista en Siria con la finalidad de combatir a los grupos mercenarios, responsables de miles de desplazados externa e internamente.

Los ataques de Rusia son de manera selectiva, con aparatos dirigibles y no causan daños en la población civil, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso en reiteradas ocasiones. 

En más de un año, según expertos, no son tangibles los resultados de la operación de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos en suelo sirio.