Previo a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, miles de brasileños salieron a las calles para protestar contra el presidente interino Michel Temer y la cita deportiva, que se desarrolla en medio de un golpe de Estado contra la mandataria Dilma Rousseff.

Utilizando la consigna "no habrá antorcha" y equipados con carteles en los cuales se leía "Juegos de la exclusión" o "Estado asesino", medio millar de manifestantes marchaban en horas de la tarde con dirección al Maracaná, escenario de la apertura de los JJ. OO.

El grito que se oía con más fuerza era el "Foda-se a tocha!" (que se joda la antorcha) mientras la marcha conformada por personas vestidas de negro, encapuchados y policías en uniforme de combate y a caballo, mientras helicópteros sobrevolaban la zona.

La jornada inaugural registró una protesta más temprano en la cual unas tres mil personas re reunieron frente a la playa de Copacabana en rechazo a Temer.

"No a las olimpiadas", "Fuera Temer" y "Fuera todos", eran consignas escritas en los carteles que orgullosamente alzaban los asistentes a la protesta.

Seguidores de la presidenta Dilma Rousseff programaron distintas manifestaciones en contra del presidente interino Michel Temer.

En contexto

Rousseff puede perder su mandato de forma definitiva en agosto. Si eso sucede, Temer gobernará hasta el 31 de diciembre de 2018 pese al descontento popular. 

Electa por 54 millones de brasileños, la mandataria Dilma Rousseff carga sobre sus hombros la orden de destitución aprobada el pasado 4 de agosto de 2016 por una comisión especial del Senado.