El Gobierno de Brasil anunció el fin de la emergencia sanitaria nacional anunciada en noviembre de 2015 por el entonces rápido crecimiento de los casos de zika y del nacimiento de bebés con microcefalia.

Aunque la enfermedad sigue teniendo impacto en la salud pública ya no es "un hecho inesperado o poco común" y los casos de zika en 2017 disminuyeron tanto que fue determinado el levantamiento de la emergencia.

"Brasil ya no llena los requisitos exigidos para mantener el estado de emergencia", informó el Ministerio de Salud en un comunicado. El impacto de la epidemia sobre la salud pública puede ser inesperado, fuera de lo común o con riesgo de propagación internacional.

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Un boletín epidemiológico arrojó que entre el 1 de enero y el 15 de abril de 2017 fueron registrados 7.911 casos sospechosos de zika en todo Brasil, una cifra en un 95,4 por ciento inferior al del mismo periodo en 2016 (170.535).

En cuanto a los casos de microcefalia solo fueron confirmados 230 nuevos casos y notificados 2.837 casos sospechosos en lo que va de 2017. 

Desde el inicio de la emergencia hasta finales de 2016 fueron confirmados 2.205 casos de bebés con microcefalia entre 10.000 notificaciones de sospechas, además de 259 fetos o recién nacidos muertos por microcefalia contraída a través del zika. 

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