Al menos 17 de las 450 ballenas francas del Atlántico Norte, en Estados Unidos, han fallecido este año, lo que aumenta el riesgo de una posible extinción de este tipo de mamíferos, informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés).

Tras un año letal solo 450 de esta especie, una de las más exóticas del mundo, han logrado sobrevivir ante las adversidades de la naturaleza marina, la caza y la poca reproducción. De no tomar las medidas de emergencia, se prevé que los cetáceos desaparezcan, declaró el administrador regional del Departamento de Pesca de la NOAA, John Bullard.

Asimismo, advirtió que únicamente quedan 100 hembras en edad reproductiva y la población total ha disminuido desde 2010, siendo los machos los más afectados. "Eso es algo que no podemos dejar que pase”, apuntó el experto.

Las ballenas francas viven en el Atlántico Norte, zonas marítimas de Nueva Zelanda, zonas cálidas de la Antártica y en las costas de la Patagonia argentina. Muchas de estos cetáceos se enfrentan a grandes peligros al ser atacados por sus depredadores al momento de emigrar para reproducirse, pero la mayor causa de su extinción ha sido a causa del hombre, por actividades como la caza furtiva.  

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