Junto con los familiares de las víctimas del paramilitarismo y falsos positivos continúan más de 23 expertos del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y obreros excavando en La Escombrera, comuna 13 de Medellín (noreste) de Colombia, para localizar restos humanos. 

La retroexcavadora usada para control de taludes sigue profundizando el hoyo que supervisan unas 11 mujeres, pues son 15 metros que tiene que cavar hasta tocar suelo firme para ubicar restos de hombres, mujeres y niños arrojados allí por paramilitares entre 1998 y 2010. 

La perforación de tierra inició el miércoles con el propósito de dar a conocer la verdad sobre la relación del expresidente Uribe con grupos paramilitares. El ahora senador de la República es acusado de dirigir un Estado de Excepción durante su Gobierno (2002-2010), en el que se permitía el asesinato de cualquier ciudadano sin previo juicio. 

Se le atribuye responsabilidad de entre 90 y 300 crímenes aproximadamente. Los expertos esperan esclarecer los asesinatos ocurridos en la denominada “Operación Orión” en octubre de 2002, la cual contó al parecer con la participación de oficiales de la Policía Nacional de Colombia, la Fuerza Aérea y grupos paramilitares con el objetivo de exterminar las milicias en el lugar.

Familiares denuncian que las víctimas de esta operación eran inocentes, y recuerdan que el hecho dejó miles de desplazados. Esperan que al culminar las excavaciones, poder reconocer algún resto de sus parientes en el proceso de veeduría del material extraído.

  

Hace 10 años, Luz Elena Galeano soñó que algún día iniciaría la búsqueda de su esposo, hoy expresa que siente tranquilidad porque podrá esclarecer el asesinato de su cónyuge, si encuentran sus restos. Pero “todavía me da rabia por la negligencia del Estado al no hacer caso a nuestras denuncias”.

Para el antropólogo de la Fiscalía colombiana, John Freddy Ramírez, el procedimiento que se realiza en el vertedero La Escombrera no consiste en una exhumación cualquiera.

“Esto es una prospección arqueológica con propósitos judiciales”, asegura, tras añadir que los cuerpos estarían conservados por las características limosas y arcillosas de esta zona húmeda. 

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“Había preocupación porque los escombros hubiesen desarticulado los cuerpos, pero no es así. No hablamos de más de 100 años, son eventos contemporáneos”, añade el antropólogo. 

 

Por este motivo, 160 mujeres, familiares de las víctimas insisten en que se debe terminar el trabajo, ya que representa la esperanza de si es posible dar cristiana sepultura a sus parientes. 

Respecto a la existencia de fosas clandestinas,  el Ministerio del Interior ha dicho que en el país se han encontrado más de 4 mil 649 fosas comunes. 803 de ellas en el departamento de Antioquia.