Rusia volvió al escenario global como contraparte de Occidente
Rusia, tachada de "débil", contrarresta las opiniones con hechos reales: una población de más de 140 millones de personas, unos 13 millones de personas con formación superior, científicos e ingenieros de alta clase, y más de mil 790 ojivas nucleares en servicio activo, destaca Jonathan Adelman, profesor especializado en Estudios Internacionales de la Universidad de Denver.
"Putin es un estadista astuto con un extraordinario canciller, Serguéi Lavrov, y una Cancillería competente". La industria militar rusa logró renovarse con un presupuesto decenas de veces menor que el estadounidense, acota el autor.
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La imagen de Rusia como un país "débil" es irrelevante en el ámbito internacional. El país, descartado tras los años 90, ya puede responder eficazmente a los desafíos en su contra, afirma Financial Times.
Moscú es la mayor amenaza para Estados Unidos, según los militares estadounidenses y, en particular, según el general Philip Breedlove, el comandante de las fuerzas aliadas en Europa.
Por su parte, Estados Unidos es una de las dos superpotencias del siglo XX y el único tras el fin de la Guerra Fría, que goza de "una economía enorme y un liderazgo en varios sectores científicos", pero sufre de una desaceleración económica y de la disminución de la industria.
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Además, surgen proposiciones de reducir el presupuesto militar, que ronda actualmente en unos 550 billones de dólares. Los fracasos de la política externa, en particular en el Oriente Medio, "abrieron las puertas" para la presencia rusa, según el experto.
Para contrarrestar a Rusia, el Pentágono aspira reforzar sus posiciones en Europa del Este y cuadruplicar su presupuesto para las operaciones en la región, escribe Eugene Rumer en su artículo para Financial Times.
Al comparar la Rusia moderna con las superpotencias históricas, se hace evidente que el país logró volver a ser un actor global prominente capaz de contrarrestar a Occidente.
La teoría de que los problemas económicos serían un obstáculo para Rusia, y de que las sanciones obligarían al país a hacer concesiones en cuanto a Ucrania, no se realizó. La teoría de que Rusia abandonó la política global y de que las élites se concentraban en conservar el poder en el país, tampoco.
Potencias históricas
Japón
A inicios del siglo XX, logró derrotar el Ejército del Imperio ruso. Durante la Segunda Guerra Mundial, ocupó grandes partes de China. Ahora, posee una economía de 4 billones de dólares, pero no es una potencia mundial.
Tras los bombardeos nucleares por parte de EE.UU., el país nipón rechazó el militarismo y hasta hoy día se abstiene de involucrarse en los asuntos mundiales.
Europa
Históricamente, gozaba de un repertorio de potencias prominentes. Alemania, Francia, el Reino Unido o el Imperio austrohúngaro, todos fueron actores globales que cesaron de desempeñar un papel importante en el mundo, opina el autor.
Hoy en día, en forma de los Veintiocho, los países europeos demuestran un bajo crecimiento económico y hacen frente a los problemas sociales, por lo tanto priorizan los asuntos interiores ante la política exterior.
China
Su economía poderosa va al lado "de una polución enorme, centenas de millones de campesinos, corrupción y el dominio autoritario del único partido político".
En cuanto a su Ejército, a pesar de un presupuesto considerable, "necesita una década más para convertirse en una fuerza realmente moderna", según Adelman.
La India
Tiene un gran potencial, pero la mayoría de su población no es alfabetizada, muchas regiones del país carecen de infraestructura, y para convertirse en una potencia prominente necesita varias décadas de desarrollo, opina el autor.