China e Irán consolidan alianza ferroviaria que desafía hegemonía estadounidense
Un nuevo corredor comercial terrestre reduce los tiempos de entrega de 40 a 15 días y esquiva el control marítimo de Washington sobre las rutas tradicionales de comercio global.

El proyecto geoestratégico socava los esfuerzos de Estados Unidos por aislar a China y paralizar el comercio de petróleo iraní. Foto: Xi’an Daily
26 de mayo de 2025 Hora: 17:15
El primer tren de mercancías procedente de Xi’an llegó este domingo al puerto seco de Aprin, cerca de Teherán, marcando la consolidación del corredor ferroviario China-Irán que promete reconfigurar el mapa del comercio euroasiático.
Esta nueva ruta terrestre representa mucho más que una alternativa logística, constituye un desafío directo a la capacidad estadounidense de controlar los flujos comerciales globales a través de puntos estratégicos como el estrecho de Malaca.
El corredor ferroviario reduce drásticamente los plazos de transporte entre China e Irán, pasando de los 30-40 días requeridos por la ruta marítima tradicional a apenas 15 días por tierra. Esta ventaja competitiva cobra especial relevancia en un contexto donde las cadenas de suministro globales buscan alternativas más eficientes y menos vulnerables a disrupciones geopolíticas.
Desde su puesta en marcha el 21 de julio de 2024, ya circulan trenes de mercancías de doble carga entre ambos países, acercando la realidad del proyectado corredor ferroviario China-Irán-Europa.
Impacto geoestratégico
El Director General de Aprin destacó que este puerto interior no solo reducirá los costes de transporte, sino que disminuirá significativamente la dependencia de las congestionadas rutas marítimas costeras, tradicionalmente controladas por potencias occidentales.
La iniciativa acelera las exportaciones chinas hacia Europa mientras agiliza el flujo de petróleo iraní hacia China, evitando deliberadamente los puntos de estrangulamiento bajo influencia estadounidense.

Nuevas arterias de independencia
El 12 de mayo, funcionarios de Irán, China, Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán y Turquía se reunieron en Teherán para acelerar el desarrollo de esta red ferroviaria transcontinental que conectará Asia con Europa.
Los participantes acordaron tarifas y normas operativas conjuntas para potenciar el comercio y la conectividad regional, según informó la agencia Tasnim News.
Esta coordinación multilateral evidencia la construcción de un bloque comercial alternativo que desafía la arquitectura económica tradicional dominada por Occidente.
El proyecto ferroviario China-Irán trasciende la dimensión comercial para convertirse en una herramienta de reconfiguración geopolítica. Ambos países están construyendo lo que analistas describen como «arterias de acero de independencia» que Washington no puede patrullar ni controlar.
Esta infraestructura representa un componente clave de la Iniciativa de la Franja y la Ruta china, que busca crear corredores comerciales alternativos a los dominados históricamente por potencias occidentales.
Autor: teleSUR: DRB
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