El grupo terrorista Estado Islámico (EI) empañó de sangre este martes las celebraciones del ramadán con un doble atentado en Bagdad, con al menos 30 muertos y un centenar de heridos. Los dos atentados, cometidos en el lapso de 10 horas, fueron perpetrados por suicidas que conducían coches bombas y, en ambos casos, tuvieron lugar en zonas de mayoría chií en el centro de la capital iraquí.