En el marco de los cuatro años del inicio del conflicto en Yemen, los ataques aéreos perpetrados por Arabia Saudita y sus aliados han dejado aproximadamente unos 10.000 muertos, la mayoría civiles, mientras que más de 60.000 resultaron heridos.

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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha catalogado la situación que vive ese país como la peor crisis humanitaria en el mundo, donde uno de los principales perjudicados son los niños.

La realidad en Yemen es muy grave e imposibilita que la población pueda acceder a los servicios más básicos para alimentarse, evitar enfermedades o proteger a los más vulnerables.

Según cifras oficiales, unas 2.500 personas han muerto por cólera desde 2017, mientras que se han registrado 1,2 millones de posibles nuevos casos. 

Además, más de un millón de mujeres embarazadas sufren de desnutrición y el 55 por ciento de las personas no pueden acceder al agua.

Varias organizaciones no gurbernamentales (ONG) han activado el "contador de la vergüenza" con el fin de recordar lo que existe detrás de la guerra en Yemen y sus consecuencias.

Infancia en peligro

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) al menos 6.700 niños han muerto, fueron heridos o mutilados desde 2015.

Por su parte, la ONU alertó que cada diez minutos fallece un niño en Yemen por razones que pueden prevenirse, como la desnutrición, la diarrea o infecciones respiratorias.

- Casi 1,2 millones de niños viven en zonas activas del conflicto.
- 1,8 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda.
- 2 millones no reciben educación.