La Misión de Asistencia de la Organización de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama, por su sigla en inglés) denunció que un bombardeo de la coalición internacional que lidera Estados Unidos (EE.UU.) en la pronvincia de Kunduz (norte) dejó 13 civiles muertos, de los cuales diez eran niños.

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"La Misión expresa seria preocupación porque la investigación inicial indica que diez de los muertos eran niños, parte de la misma familia que fueron desplazados por los combates en otras partes del país", aseveró este lunes en un comunicado.

El órgano precisió que el ataque se produjo durante la noche del viernes y la madrugada del sábado pasado en el barrio de Telawka, ejecutado por fuerzas militares extranjeras "en apoyo de las fuerzas pro-gubernamentales en el terreno".

La Unama reiteró que continúan la verificación de todas las víctimas civiles durante la agresión militar e instó a las partes involucradas en el bombardeo a investigar sobre lo ocurrido.

Además, solicitaron tomar medidas inmediatas que garanticen la protección a los civiles ante posibles nuevas agresiones. "Se insta a las partes a publicar los resultados de sus hallazgos, así como a proporcionar una compensación adecuada a las víctimas", reiteraron.

El Informe Anual de Protección de Civiles 2018 de la Unama, presentado en febrero de 2019, reveló que en ese año hubo un incremento del 24 por ciento de víctimas civiles, con respecto al 2017, durante las operaciones aéreas fuerzas militares internacionales y de búsqueda por las fuerzas de seguridad nacionales.