El tsunami registrado el sábado en las costas del estrecho de Sonda, en Indonesia, ha provocado devastadoras pérdidas humanas y materiales que han conmocionado al mundo.

Hasta el momento, al menos 222 personas fallecieron y unas 846 heridos, así como decenas de desaparecidos. Las autoridades se han movilizado para emplear los operativos de rescate y estiman que las cifras puedan aumentar en las próximas horas.

Durante un concierto celebrado en el complejo Tanjung Lesong, los asistentes fueron sorprendidos por el tsunami que destrozó el escenario donde tocaba la banda local Seventeen.

El vocalista del grupo, Riefian Fajarsyah, informó que su esposa y algunos miembros están desaparecidos mientras que otros murieron.

Las autoridades indicaron que el hecho no fue producto de un terremoto, sino del deslizamiento de tierra durante la actividad volcánica del monte Krakatoa y los fuertes oleajes que le siguieron.

Los daños en las infraestructuras no han sido evaluados en su totalidad, pero cientos de viviendas y locales fueron totalmente destruidos.

Los diversos cuerpos de rescate se encuentran distribuidos en varias zonas del país para socorrer a las víctimas y levantar los escombros.

Mandatarios de todas partes del mundo transmitieron sus condolencias y expresaron su solidaridad con las víctimas en este duro momento, así como afirmaron que brindarán la ayuda necesaria para contribuir con la población ante la catástrofe.

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